El Gobierno nacional dio un paso más sobre el futuro de Aerolíneas Argentinas al declararla “sujeta a privatización”, pero antes de concretarse un futuro traspaso a manos privadas debe tratarse en el Congreso. El decreto se publicó en el Boletín Oficial y, entre los argumentos, dijeron que se trata de un “amplio programa de transformación del sistema nacional de transporte en general y aéreo”.

En medio del conflicto con los gremios aeronáuticos, el presidente, Javier Milei, avanzó hacia la privatización. La medida fue publicada mediante el decreto 873/2024, en el Boletín Oficial. Sin embargo, deberá ser tratada en el Congreso de la Nación dado que una legislación precisa la autorización del Poder Legislativo para que el Estado quede desafectado de esta compañía en particular.

La transformación del sistema

“El Gobierno se encuentra desarrollando un amplio programa de transformación del sistema nacional de transporte en general y aéreo en particular, tendiente a racionalizar la oferta de servicios, expandir las inversiones y disminuir los costos; ello con la perspectiva de contribuir al incremento de la competitividad de la economía y al mejoramiento de la calidad de los servicios”, dice el documento.

Milei presentó datos proporcionados por la Oficina Nacional de Presupuesto del Ministerio de Economía. “En el año 2023, solamente siete de las empresas estatales obtuvieron ganancias y únicamente cuatro no requirieron el aporte de fondos del Tesoro”, señaló. A su vez, también pluralizó: “Con miras a la racionalización de los recursos y con la finalidad de solucionar la actual crisis económica que atraviesa el país, se torna necesaria la transferencia al sector privado de aquellos entes cuya actuación en el ámbito estatal ya no encuentra sustento”, detalló.

“A pesar de las buenas intenciones que podrían haber sustentado, luego de 16 años de la estatización de la compañía, los objetivos propuestos no fueron concretados”, se agregó.

Además se argumentó que el Tesoro Nacional no está en condiciones de ocuparse de una empresa “altamente deficitaria” y adjudicó que quienes la mantiene son los argentinos a través de un aporte de más de cientos de millones de pesos.

El ejemplo de Canadá

El Gobierno citó ejemplos sobre cómo funcionan las líneas aéreas privadas en otros países: “El Estado canadiense cuenta con solo el 7% de participación accionaria en Air Canada, mientras que Qantas Airlines Limites (Australia), Air India Limited (India) y Deutsche Lufthansa (Alemania) no cuentan con actividad en su capital accionario”.

“En esa línea, el sobredimensionamiento de la estructura de Aerolíneas Argentinas surge con claridad de su comparación con compañías aéreas de la región; mientras que la empresa argentina cuenta con un promedio de 125 empleados por aeronave, Gol Linhas Aéreas Inteligentes (GOL) dispone de 97 y la Compañía Panameña de Aviación (Copa Airlines), de 70″, analizó en relación a sus pares de la región.

En estos días hay una disputa salarial con los gremios aeronáuticos, mientras que subyace a eso la intención del oficialismo de privatizar la compañía, a la que la oposición y el mundo sindical se resisten. Incluso, los representantes de distintas ramas del transporte mostraron unidad en las últimas semanas y dieron a entender que convocarán a un paro el próximo 17 de octubre, en coincidencia con el Día de la Lealtad Peronista.